Hay abierto en España un amargo debate sobre la situación del sistema educativo, la necesidad de (otra) reforma y el papel de la filosofía en ella. No he querido entrar demasiado en el tema para que no se piense que defiendo intereses individuales más que generales. Por ello, en lugar de argumentar, me voy a conformar con transcribir las palabras de otro. Se trata de una versión (un poco libre) de la reseña aparecida en cierto medio de comunicación sobre la charla dada por un destacado intelectual y profesor de filosofía. Después de transcribirla, vamos a efectuar algunas preguntas. Creo que clarifican muchas cosas.
“Nuestro sistema educativo no tiene futuro”
El Doctor en Filosofía J. I. afirmó en una reciente ponencia que la práctica educativa lleva a muchos estudiantes a atiborrarse de contenidos y no desarrolla un pensamiento crítico acerca del futuro. El Dr. J. I. saca estas conclusiones de un trabajo de supervisión en las escuelas en el que los estudiantes fallaban a la hora de exponer los fundamentos de las cuestiones, pero aprobaban sin problemas los ejercicios de clase.
El sistema educativo no está pensado para crear mentes innovadores y creativas que coloquen a los individuos en posición de convertirse en emprendedores. Por contra, crea actitudes de dependencia, especialmente, una tendencia inevitable hacia el funcionariado. Si el gobierno no altera esta tendencia, encarará enormes dificultades, pues el actual sistema educativo es incapaz de proveer a los jóvenes no ya de los conocimientos, sino de las actitudes correctas ante la vida, para lo cual, por otra parte, es imprescindible el conocimiento filosófico. La enseñanza de la filosofía debe empezar cuanto antes en la vida de los escolares, siendo lo ideal que se produzca en casa o, a lo sumo, en la tierna infancia, con objeto de dar perspectivas a los niños que les permitan forjarse una ideal de vida adecuado. En cualquier caso, especificó el Dr. J. I. los padres deben ser estrictos con la educación y la actitud ante la formación. Los niños no pueden desarrollar un pensamiento crítico sin manejar un lenguaje particular, asevera el Dr. J. I. Además, el desempleo, la corrupción y diversas formas de sabotaje económico afectan negativamente a la posibilidad de que las personas efectúen cambios a mejor en sus vida.
Hasta aquí la reseña, ahora las preguntas. La primera es, por supuesto, ¿de qué país está hablando el Dr. J. I.?
¿Tiene ya su respuesta? Bien, el Dr. J. I. no es otro que el Dr. Jason Ishengoma, de la Unidad de Filosofía de la Universidad de Dar es Salaam en Tanzania. Es de su sistema educativo, es decir, del sistema educativo tanzano del que está hablando. Puede encontrar el artículo completo aquí. La segunda y tercera preguntas son: ¿pensó Ud. que estaba hablando de España? ¿por qué? La última pregunta sería: ¿Acaso es que el sistema educativo español tiene los mismos problemas que el de Tanzania? Ahora ya puede hacerse una idea de dónde estamos y hacia dónde vamos.