lunes, 30 de mayo de 2011

Declaración de principios

   Hubo una época en que el primer número de un periódico incluía una pomposa "Declaración de principios". Con el paso del tiempo, la "declaración de principios" se convertía en una "declaración del principio" que poco o nada tenía que ver con lo que acababa siendo la publicación. Aquí dejo, pues, la mía, con la esperanza de que no me ocurra lo mismo.
   Uno de los tópicos habituales es acusar a los filósofos de vivir en una torre de marfil, desde la cual describen un mundo ideal y maravilloso pero poco real. Ésta es una acusación muy frecuente por parte de quienes tienen un contacto escaso o esporádico con la filosofía. Quienes la conocen más de cerca saben que la mayor parte de los filósofos fueron personas muy implicadas en el devenir de los acontecimientos de los que fueron coetáneos. Muchas de sus contribuciones son respuestas a problemas reales que observaban en el vivir de cada día. Personalmente no creo que un blog sirva para hacer filosofía o, al menos, no filosofía pura. La filosofía tiene sus tiempos, necesita decantarse poco a poco, está alejada del shopping on speed. No creo que se puedan hacer aportaciones filosóficas o, por lo menos yo no puedo, diaria o semanalmente. Sin embargo, hay un aspecto de la filosofía, su lado práctico, el ligado a la ética y/o la política que puede casar, o esa es mi intención, con la dinámica bloguera. Dicho de otro modo, sí ya soy lo suficientemente viejo como para que el comentario político me interese.

5 comentarios:

  1. Creo que usted si que vive en una "Torre de marfil".

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  2. Permítame refutar el comentario anterior. No creo que usted viva en una "Torre de Marfil", quien lo piense realmente no ha captado los múltiples matices que usted imprime a sus teorías, esas que tan confusos e intrigados dejan a algunos de sus alumnos.
    Debo decirle que una frase de otro blog suyo me ha decepcionado enormemente..."Sí, soy lo bastante viejo como para que me interese la política".
    Por favor, Manuel!!! La política es un asco, más aún la española!
    Otro inciso y ya termino. Respecto a sus cíclicos devenires acerca de su lugar en el mundo (ser profesor o no), debo decirle a petición personal y popular (sin duda alguna) que usted puede llegar a ser una inspiración para sus alumnos, un motivo por el cual aprender conceptos que en un principio no resultan atractivos por sí mismos. Si usted dejara de enseñar...no voy a decir que el país iría peor, ya que creo que es imposible, pero sí que perderían mucho las futuras cabecitas pensantes en las que usted podría depositar ideas nuevas e insospechadas hasta entonces.
    Espero que lo tenga en cuenta la próxima vez que se plantee eso.
    Estaría bien que escribiera algo que interesara también a las féminas por igual, la política aburre Manuel, aburre! Jajaja

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  3. ¡Gracias, Pepe! Pero no creas que por decirme cosas tan bonitas te voy a perdonar los 50 € que me debes.
    De todos modos, si sabe de algo mío que pueda interesar a las féminas, ¡no dude en decírmelo! ¡¡No sabe cuánto tiempo llevo intentando averiguar precisamente eso!! :)

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  4. Vaya vaya...Es muy interesante el comentario anterior al decir que puede usted llegar a ser una inspiración para sus alumnos. Realmente, hay pocos profesores tan implicados en sus clases como usted, así que es posible como dicen arriba que el país podría ir peor si Manuel Luna dejara de dar clases...quién sabe, podría ser usted como la mariposa que aletea en una punta del planeta y provoca un huracán en la otra!!
    Yo terminé la licenciatura en Filosofía hace un tiempo, y sin duda alguna debo decir que estudiar eso es lo mejor que he hecho en toda mi vida, incluso que me transformó por completo. Cierto es que no me quito méritos y que quizás la vocación siempre esté ahí, pero tengo claro que de no haber sido usted mi profesor yo ahora mismo no andaría metido en lo que ando. Puedo decir que, en cierto modo, la Filosofía me ha salvado, y si en parte se lo debo a usted, ¿no es suficiente motivo para seguir con lo que hace el hecho de ser capaz de transformar directamente o no la vida de otra persona? Piense en ello.
    Un antiguo alumno.

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  5. Si, efectivamente, fue mi alumno, escucharía de mi boca el consejo de no estudiar filosofía, no por nada, simplemente porque sus salidas profesionales son muy difíciles, hay mucha filosofía fuera de los libros de filosofía y no considero imprescindible estudiar filosofía para filosofar (a la historia de la filosofía me remito). Dado que pasó por alto tal consejo, realmente no me debe nada a mí, sino a su determinación y a la Filosofía misma que, eso sí que es verdad, cambia vidas.
    No creo que el país fuese peor porque Manuel Luna dejase de dar clases, de todos modos, prefiero que mis alumnos piensen eso a que piensen de mí que soy una "mariposa".

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